lunes, 31 de agosto de 2020

Una luz en mi ventana


A veces simplemente no puedo dormir. Fue gracias a mi insomnio que sucedió.

Eran las once de la noche y el sueño no me llegaba. Escuché roncar a mi hermano, debía estar muy cómodo en la parte de arriba de la litera. Me levanté de la cama y caminé a la cocina, leí en algún libro que la leche caliente ayuda a dormir y relajar el cuerpo, revisé el congelador pero no había ni un solo bote de leche, seguro mi hermano se la había terminado en la cena. Revisé más al fondo del congelador y encontré un jugo de uva, verifiqué la caducidad.

Después de beber todo el jugo volví a mi habitación y me recosté en la cama. Me puse a observar por la ventana, me he dado cuenta de que por la noche hay una hermosa vista a las estrellas, mientras contemplaba la noche, una luz muy extraña apareció volando muy rápido, al principio pensé que podía ser una luciérnaga o alguna clase de estrella fugaz pero no hay luciérnagas aquí y se veía muy cerca para ser una estrella fugaz. Cada cierto tiempo la luz volvía a pasar por mi ventana y parecía que intentaba entrar a mi habitación.

Ya casi eran las dos de la mañana y aun no tenía sueño,  pensé  que tal vez un poco de aire fresco me ayudaría, determinada salí al jardín de mi casa, ahí tenia mejor vista a las estrellas, puse una manta y una almohada y me recosté viendo a las estrellas. Me levante rápidamente al sentir que un animal pequeño entro a mi boca. Tal vez me dormí una o dos horas porque todavía no salía el sol, me dirigí a la puerta de mi casa solo para darme cuenta de que me quede encerrada en mi jardín, no estaba segura de que hora era pero estaba segura de que era tarde y no quería despertar a mi madre y mucho menos a mi hermano así que por ahora iba a tener que esperar. Me di cuenta de que la luz me había seguido hasta el jardín así que por lo menos iba a tener compañía.

Pase un buen rato intentando atrapar la pequeña luz pero era imposible, la luz salió de mi jardín y como estaba aburrida decidí seguirla, la luz me llevo a un bosque donde de una pequeña cueva salieron miles de luces como la que había seguido. Todas estaban volando alrededor de mí y para cuando miré al piso me di cuenta de que estaba flotando, cada vez subía más y más hasta que me di cuenta de que estaba tan alto que podía ver la ciudad entera.

Mientras las luces me paseaban por la ciudad alcance a ver las casas de mis amigas y en lo alto de una montaña se encontraba la casa de mi abuelo, estaba amaneciendo, mi madre se iba a preocupar si no llegaba a casa rápido así que les pedí que me llevaran a casa, y parecieron entenderme porque dieron media vuelta y regresaron rumbo a mi hogar. 

Al llegar a casa, las luces me bajaron lentamente y me dejaron en mi jardín, después de aterrizar las volaron al bosque donde las encontré, una de las luces se quedó pegada a mi ventana pero no la quise quitar.

Me desperté rápidamente, todo había sido un sueño, aún era noche así que decidí beber un vaso de jugo de uva, al sentarme al borde de mi cama observé la ventana y me di cuenta de que había una luz muy brillante ahí.

® Jeimy Alessandra Sanchez Galvan (H. Matamoros, Tamps. México)

0 comentarios:

Publicar un comentario