martes, 4 de agosto de 2020

La cantata del diablo 21:16





¿Inspiración? Nahhh…. Sólo otro tonto susurro de palabras distorsionadas porque realmente no sé qué pensar. Y es curioso porque su idea no parecía tan descabellada, e incluso podría tener algo de razón. ¿Quién podría determinar su hora de muerte? ¿O quizá el día? Según la historia que hemos encontrado a través de los navegadores de internet, el demonio zozo es uno de los pocos que puede decirte con exactitud tu fecha, pero hablar con él es como condenarte a ti mismo, además prometer algo que no te pertenece.

Ahhhhhh no aguanto el dolor de cabeza, mismo que he tenido desde hace semanas, supongo que la deshidratación me llega a crear alucinaciones, y ni siquiera sé porque se me viene esto a la mente. Tengo calor, necesito salir de aquí, siento el cuerpo escurrir, necesito gritar. Me llevo las manos a la cara sólo para jalarme el cabello, quiero arañarme, sentir el fresco. Escucho mucho ruido que siento que me taladran la cabeza. Quisiera odiarlos a todos, pero no puedo. Mis manos no me dejan, (tengo 5 minutos viendo la pantalla) me quede idiotizado con su luz blanca.

He estado escribiendo en un cuaderno pequeño que forre con papel periódico, aquellos temas que me llaman la atención. Los investigo y después hago un resumen mío, lo cargo a todos lados por si un día surge el tema de mi investigación. Lo último que tengo en mi lista es la clavícula menor de salomón y es interesante porque la gente está dividida, lo toman como una persona que hacía rituales, conocía de demonología, pero los demás lo consideran como sabio, es un ying yang, lo bueno y lo malo envuelto en una sola persona, es como nosotros, porque de eso estamos creados, somos mitad de lo que debe ser, seguir las reglas, desobedecerlas. Juzgándonos nosotros mismos. El libro no lo he leído, no lo tengo físico, no lo encuentro, el PDF si tiene muchos demonios escritos, pero está incompleto. Ahora, el libro ni siquiera fue entregado a su hijo cuando murió porque no lo considero como digno, lo sepultaron con el, frailes y sacerdotes fueron en su búsqueda, argumentaron que no lo habían encontrado, pero lo dejaron de buscar. El mundo está regido por ángeles y demonios. ¿Pero si está dentro de tu mente? Existe una teoría que marca que todo se basa en una semana. Lo que has vivido son sólo recuerdos implantados en tu mente, cómo aseguras tus años de niño, si no hay evidencia. No aguanto la cabeza.

Hasta ese pantalón que está en el suelo, se mira más fresco que yo. Sólo quiero dormir, me da igual si despierto o no y la muerte sólo se volvió como una especie de amiga que jura que vendrá, pero no dice cuándo. ¿Es interesante no? Saber qué es lo que existe más allá, ¿pero sin boleto de regreso? Puedes cerrar los ojos para no escuchar ningún ruido. ¿Qué es lo más difícil? Llorar por algo inevitable o lloras porque sabías que sucedería.

Sólo vi su cuerpo, la mirada de sus padres me decían que estaban tranquilos porque al menos no murió a manos de una persona desconocida. ¿Habrá visto a la muerte antes de morir? Según dicen que la miras, pero qué pasa cuando la sientes cada vez más cerca de ti. Los vivos suelen comportarse muy raro cuando están a punto de morir, porque lo saben, sienten cuando el momento ya está cerca. ¿Te has visualizado en el futuro? Quizá no puedes porque no vivirás tanto y al final, ¿a dónde vas? El suavitel huele muy rico, se mira apetecible, pero sólo tengo una oportunidad para probarlo. Me gustaría poder describirles el sabor a los demás, pero sé que no me escucharían. Ni siquiera sabré si recordaré algo. No sé, estoy muy confundido, no sé qué es bueno y qué es malo. Cuando busque a alguien para que me dijera la respuesta o al menos me comentará qué piensa, resulto ser que todos estaban ocupados, pero ahora sé que no lo estarán y el tiempo que necesitaba para conmigo, me lo dedican. De verdad tengo que morir para que estén ahí, para escuchar lamentaciones. No quiero dudar de todo, pero sin respuestas no puedo hacer nada, puede ser mi propósito, pero, no lo sé, tengo miedo de fallar. Voy a publicar mi texto, sé que no le gustará a muchos, pero no lo sé. Siento que el mal, me impulsa a que lo haga, pero porque DIOS no me ayuda a olvidarlo. ¿Por qué siento que me deja solo? No quiero perder, no quiero olvidarme ni siquiera a mí mismo, no puedo avanzar si no sé hacía donde voy. No puedo si no tengo la seguridad de que tendré una segunda oportunidad.

Ahora sólo observo, triste, peor que cuando comencé. Y me marcho quizá para siempre. No todos eran monstruos, pero estaba seguro que yo si lo soy.

 

® Luis G. Álvarez (H. Matamoros, Tamps. México)

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