martes, 25 de agosto de 2020

La Polilla


  

La casa campestre en las orillas de aquel pueblo rural, las paredes forradas de madera, pisos vigas, todo un olor a pino, en aquellas regiones tropicales, una tentación para las polillas, que son los depredadores de la madera en las zonas húmedas, su hábitat perfecto. En la oscuridad de aquella noche sin luna, se veían unas figuras como gusanos enormes, detrás de un monstruoso gusano tres veces más desarrollado, se repartieron por cada costado, y con ojillos brillantes, degustaron el banquete que les esperaba, sin pausa iniciaron la destrucción, sus dientecillos se enterraban en la madera haciendo un ruido característico, provocando salida de los moradores, al ver su casa destrozada, tuvieron que correr corriendo no así un anciano que quedo olvidado por la familia, fue incluido en el postre de estos insectos. Fayo nació entre aserrín y maderas, las lijas y el martillo fueron sus juguetes, mezclaba su teta con aserrín (así como algunos bebes comen tierra), desde ese tiempo el aserrín molido, lo olía y lo probaba, primero en pocas cantidades, lo mezclaba en su leche. Diariamente hacia limpieza del taller siendo niño, después ya pulía la madera serruchaba y se escondía para comer aserrín, prefería el de madera suave, sin resina, lo mezclaba en su refresco, ya que la madera es un elemento natural, sus componentes no afectaban a su organismo, pero en su cerebro si se producían cambios, y su cuerpo ya de adolescente emanaba el característico olor del pino que se respira en los aserraderos cuando el viento pasa entre los paquetes ya cortados. Llega el tiempo en que su pasión por la madera y ya siendo un hombre joven, fabricaba los muebles más famosos en la región teniendo como ayudantes a sus hermanos, que aprendían los rudimentos de la carpintería compartiendo la pasión por la excelencia, y llevando una amistad más allá de los lazos sanguíneos, junto con esto se hizo conocido por sus excentricidades, seleccionaba la madera más suave y blanca, hacia sus reservas y a escondidas los cortaba en pequeños trozos y con unos dientes que se le hicieron fuertes y afilados, devoraba sus raciones de madera (ignoraba que sus hermanos ya conocían su secreto) pero el afecto que le tenía los hizo ser discretos. En ese tiempo creo un mueble que fabrico, satisfizo sus exigencias como maestro carpintero, admiro mucho su obra hecha con madera de la zona de chihuahua, muy suave, no quería dejar ir su mueble, una cocina integral con vistas de aluminio en color chocolate, y cuando quedo montado; su cuerpo experimento cambios, dando cauce a sus deseos, y convertido en una pequeña larva de polilla, se adhirió a la suave madera, y con sus dientecillos escarbo hasta introducirse en ella, donde a propósito había puesto otras larvas de polilla, ahí se impregna de olores y sabores que hace su vida intensa, el tiempo de vida de una larva dentro de la madera antes de salir es de 4 años, pero Fayo que se ha vuelto técnicamente una polilla, empieza a hacer más grande el agujero donde se encuentra, el tiempo de salir al exterior aún no se le llegaba, tenía un año, pero su cuerpo empieza a crecer que debe de hacer más grande su espacio, y así sale de la prisión de madera que era la madera de la cocina integral, es seguido por un pequeño ejército de gusanos aunque más pequeños eran capaces de devorar un muebles en minutos, al ser temporada de lluvias, las polillas eran más activas, y así se trasladaron a otras casas donde fue seguido por otras larvas, que con sus colmillitos amenazadores detenían el razonamiento, ya el sol se ocultaba y en esa tarde húmeda presagiaba la maldición para ese pueblo. Se empezó a hacer evidente los estragos que hacían Fayo y su grupo, después de arrasar con esa casa a las afueras del pueblo, entraron a los hogares y devoraban muebles de madera puertas, y si algún habitante de la casa se rezagaba, también lo devoraban con sus afilados colmillos. Sabido esto por los hermanos de Fayo, intuyeron que podría ser su apreciado hermano, y salieron en busca de él, mientras los encargados de la seguridad sin mucho éxito trataban de aniquilar a estos monstruos, de una forma casual vieron que los productos químicos eran veneno en sus cuerpos, y comenzaron a acabar con ellos, Fayo siempre conocedor de esto, se alejaba del peligro, así fue encontrado por sus hermanos, los cuales sabían que aquello ya no era su hermano, sino una criatura creada por una desviación psíquica o metabólica, no se sabe en realidad que dio la pauta para crear este ser, con dolor lo rociaron con veneno especial para las polillas y vieron como su cuerpo se retorcía y experimentaba el cambio para volver a su aspecto anterior, y una vez que cambio totalmente, dio una bocanada y ceso su corazón, reflejando su rosto la tranquilidad del que sale de una prisión, para siempre.

 

® Félix Martínez (H. Matamoros, Tamps. México)

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