miércoles, 30 de octubre de 2024

''La cabaña del bosque negro'' ® Adolfo Martínez


Jaime estaba en la lectura del testamento su esposa muerta, se emocionó de haber heredado una cabaña ubicada en la frontera de Bielorrusia, cabaña que ni el abogado sabía de su existencia, pero estaba incluido en el documento. Al rebosar de emoción, tomó su maleta para pasar al menos 2 semanas en el lugar. Cuando llegó, el albacea le dio unas cuantas instrucciones… instrucciones que por su avaricia terminaría ignorando.

Cae la noche y una tormenta la acompaña el ambiente en la cabaña, al encontrarse en la sala disfrutando de un buen vino, cae un potente rayo que deja sin luz a la cabaña, en cuanto encontró una linterna, vislumbró a 1 persona vestida elegante, pero su piel palidecía al color normal, en una mano sostenía una guadaña larga; lo miró a los ojos, pero en “el extraño” no había más que huecos más negros que la noche. De pronto comienza a avanzar hacia él, y en su andar, revela lo que traía en la otra mano: era la cabeza de un hombre. Volvió a ver su cara y le sonreía de oreja a oreja, y unos puntos rojos en las cuencas de los ojos aparecieron; Jaime sentía el miedo más grande que haya experimentado; cae otro rayo en donde estaba esa figura, pero tenía una gran potencia que lo dejó ciego. Al parar la lluvia Jaime revisa el lugar donde “el extraño” se apareció… desearía haberse arrepentido, ya que en el lugar se encontraba un rastro de sangre fresca y unas pisadas, regresa a la cabaña, tratando de buscar lógica a lo que pasó.

Mas noche, Jaime escucha ruidos afuera; con temor, sale con un cuchillo y busca el origen de los ruidos, se escucha un ruido en el piso del área de bienvenida de la cabaña, pero no encontró a nadie… excepto unas huellas escurriendo de agua. En la puerta, dejaron una canasta en cuyo interior había un bebé durmiendo. Al entrar mira que las huellas se adentraron a la casa, las siguió, pero estaba oscuro, de pronto, un vaso cae y hace que él bebe llore incontrolablemente. Intenta calmar al niño, pero sus esfuerzos son en vano.

Una sombra sale de la casa, era una mujer con pelo largo y vestido blanco que escurría agua y corría hacia el bosque. En el eco se oía una voz que decía “no te acerques”, luego vio a la mujer en el lago y traía un niño en la canasta… el mismo niño que no paraba de llorar que estaba en la canasta; la canasta con el niño en el suelo y caminó hasta perderse en el lago; cuando abrió la canasta, las mantas que envolvían al niño estaban mojadas y entre ellas estaba envuelto un bulto de huesos de un bebe. Horrorizado, pateo la canasta con todo y osamenta al lago y corrió hasta la cabaña. Cerró y bajó las cortinas de las ventanas que daban al bosque y al lago. Su cordura estaba por desaparecer.

Se armó de una escopeta que estaba en la sala con munición, y el recibidor de la cabaña quedó a la espera de lo que fuera que entrara por esa puerta. Esperó por horas bajo un silencio sepulcral roto por un grupo de insectos. Hasta que sonó el teléfono; paranoico y temeroso se acerca a contestarlo: Era la Madre superiora que estaba en el convento a 6 Km de la cabaña.

La madre dijo que no podía ir a recogerlo, debido a la lejanía y la condición del terreno, pero la madre superiora le dijo por teléfono “el motivo por el cual no puedo ir, está en el sótano” se dirige hacia allá y mira una trampilla y la abre, al entrar el teléfono una voz sepulcral dice “la respuesta está bajo tus pies” la poca cordura se esfumo del alma, pues se paró sobre los restos de una monja semi calcinada, en la mano sostenía un rosario semi carbonizado. Al salir, vio un grupo de personas, decide tomar la escopeta y comienza a tirar contra ellos sin efecto alguno; regresa y se encierra en la habitación. En eso se desliza un libro en la mesita: era el diario de Sara que había dejado como lo dijo en el testamento, encontró en la última página unas líneas que terminaron con la frase

Mi venganza y la de Elisabeth, y la de muchas más, esta consumada. Disfruta Tu cabaña, porque ahí pagaras tus pecados.

Con cariño: Sara

Una vez que terminó de leer, sacó un frasco que contenía veneno y se lo bebió de un solo trago, después salió de la cabaña y encontró otra vez a ese grupo, dejando atrás unos recortes de periódicos que describían a sus anteriores propietarios:

·         La primera persona, fue el granjero de la comarca que fue asesinado por un empresario, la esposa y sus 2 hijos miraron como decapitaba a su padre que los defendía para no quitarle sus tierras, pero el empresario, al ver lo que había hecho, termino clavándose la hoja de la guadaña, acabando con su vida.

·         La segunda, fue una mujer que vivía en la cabaña que amamantaba a su hijo de 3 meses, tras una discusión marital, el esposo sacó la escopeta y comenzó a dar tiros, la mujer puso a su hijo en la canasta, fue al muelle y comenzó a remar para alejarse, al ver esto, el hombre apunto con la escopeta a la barcaza y le puso fin a la vida de su esposa y su hijo, cayendo ambos al agua.

·         Y la tercera, fue una moja que iba con un grupo de niños y sus padres de viaje a España, pero por una pinchadura de neumático, se descontrolo el autobús, cayendo a un barranco, estallando al impacto.

Ahora yo… Jaime, quien en vida fui un embaucador que daba falsas ilusiones a mujeres, y se aprovechaba de ellas para quitarle hasta el último centavo, soy bien recibido como un huésped más, de la Cabaña del Bosque Negro.

 

® Adolfo Martínez

0 comentarios:

Publicar un comentario