viernes, 9 de octubre de 2020

Jaguar


 En tus manos

guardas el placer,

la magia espontánea

en un aplauso

o en un rasguño.

 

Tus labios

entreabren una compuerta abismal

hacia otro lado,

hacia otro idioma.

 

El idioma del deseo mutuo.

 

Me enseñas

que besar

es otro modo

de respetar.

 

Y respetas mi cuerpo,

como un templo lúdico.

 

Llueve sobre mis piernas,

témpanos canela

de vellos rizados.

 

Y la fuerza corpórea,

sin excusas ni altos,

vence y deja vencer.

 

Clavas tus ansias en mí,

colmillos dorados

de historia indiscreta.

 

Bebes el triunfo

en honor a tu imagen

mientras me abrazas

y envuelves mi orgullo en tu pelaje.

 

El calor se vuelve humo

atrapado en nuestras manos,

y así descansas.

 

Un suspiro a cada ronroneo.

 

® Daniel Guzmán Tercero (Querétaro, México.)  

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