''A Media Luz (Astrid G. Resendiz)'' ® Luis G. Álvarez
En muchas de mis publicaciones he comentado lo difícil que es escribir, sobre todo cuando tienes el compromiso de entregarle tu obra a todos aquellos que leerán tus letras, dejándote expuesto a los comentarios negativos y positivos. El compartir se ha forjado entre los valientes quienes han dado ese primer salto, a que lo se vendrá en el futuro. Tal es el caso de la escritora de cual, hoy escribo.
Empujando sus letras desde hace años, Astrid se ha abierto camino en el mundo de literatura a pasos agigantados, que han marcado un ante y un después de sus obras. Alumna del maestro J. R. Spinoza, he notado una evolución al igual que él, en su trabajo. Esto en lo particular me ha llenado de satisfacción de ver a una compañera crecer.
Ahora bien, a los que vamos. La razón por la cual escribo sobre este talento matamorense, es por su primera publicación en solitario, a través de una pequeña obra que engrandece con su obra y temas. WingEd es la editorial encargada de publicarlo, de cual también ya los he mencionado admirando el trabajo que realizan.
A Media Luz, te transporta a diferentes géneros, como lo bien menciona J. R. Spinoza en sus comentarios. Comenzando con un drama en: Tres cuarenta y cinco de la madrugada. Quien narra de una forma inteligente la vivencia de un personal de salud, con lo cual, debe lidiar casi a diario. La Barca, otro relato con algo de intriga, que seguramente te dejará con ganas de seguir leyendo (Invitándola a formar un relato más largo). Mudanza, es una de las obras que más me atrapo, sin embargo, no quiero hacer ningún comentario sobre el mismo, con en la esperanza de que el lector lo disfrute tanto como yo. La chica de mis sueños, es un texto reflexivo idóneo para cualquier época. La Golosina en particular, es uno que todo hermano y hermana debe leer. Dulce Recuerdo, al igual que la chica de mis sueños, nos invita en un tema crudo, a explotar todos los sentimientos con un crecimiento personal prolongado. El Valle, también conocido como el de la muerte, nos transporta a un género de suspenso, muy propio de Astrid. Tras tú ventana, otro thriller y lo catalogo así, porque nuevamente invito a la autora a que continúe con esta obra. Y la Gelatina, por último, es la cereza del gran festín en el que nos envolvió la autora.
Lo que ha presentado, es sin duda, la primera parte de lo que estoy seguro, se irá formulando a través de sus pensamientos, entregándonos a sus lectores estas obras.
® Luis G. Álvarez
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