martes, 2 de marzo de 2021

''El manto oscuro de la noche'' ®Ernesto Moreno


 “One gesture of the heart or head

Is gathered and split

Into the winding dark

Like the dust of the dead”

The side of the truth, Dylan Thomas.

Germán pudo vislumbrar el fin de ese camino tortuoso que atravezaba el bosque, del otro lado, se extendía un pequeño valle escondido en donde se encontraba la instalación secreta Beta. Estaba cayendo la noche y el cielo era oscuro, sin estrellas. El frío le calaba en los huesos.

            La llamada desesperada de Andrés lo había descompuesto, lanzándolo a un viaje de muchos kilometros por carretera hasta esa apartada región. Andrés siempre se había distingido por su racionalidad, por su método, era altamente inusual que perdiera los estribos de esa manera, sin duda algo muy grave estaba ocurriendo. Después de todo, era el único de sus hermanos que se había decantado por la ciencia, estudiando astronomía. Llevaba muchos años en una base no registrada de la NASA, que contaba con su propio telescopio, el cual era una replica un poco menor del Gran Telescopio Canarias.

            No hubo necesidad de tocar a la puerta, estaba abierta y un viento gélido se colaba salvajemente al interior de la instalación. Germán dudo un momento, algo no andaba bien. Un susurro le llamó la atención, era Andrés, estaba escondido detrás de un árbol. Le hizo ademanes de que se acercara sigilosamente. Andrés comezó a caminar y Germán lo siguió por un accidentado sendero hasta llegar a una pequeña cabaña en donde al parecer, almacenaban herramientas y víveres para la estación.

            -Andrés- Dijo Germán. ¿Qué pasa?, ¿te encuentras bien?, ¿estamos en peligro?

            -Si Germán. Le respondió su hermano. Estamos en un grave peligro, todos lo estamos, y no hay forma alguna de escapar de él.

            Germán comenzó a preocuparse de verás, su hermano estaba pálido, demacrado, moretones y heridas eran visibles tanto en sus brazos como en su cabeza. Algo muy serio estaba ocurriendo, sabía que Andrés llevaba años trabajando en un proyecto ultrasecreto, tal vez otra potencia estaba intentando acabar con él.

            -¿Qué pasó en el laboratorio?-Preguntó Germán.

            -Escuchame bien Germán. Le dijo Andrés. Escuchame detenidamente y sin interrumpirme un minuto, creeras que estoy loco pero tienes que confiar en mí. El proyecto en el que trabajaba, el proyecto Érebos, verás, intentaré explicarte de manera sencilla  los grandes descubrimientos que comenzamos a hacer durante muchos años.

Germán lo escuchó con calma, siempre había confiado en él, desde que Pedro había muerto se habían acercado más, apoyándose en lo peores momentos, compartiendo lo hermoso y lo triste de la vida. Así que se sentó y enfocó toda su atención a lo que le decía su hermano,

-El proyecto Érebos- Comezó Andrés. Inició en el 98, cuando Perlmutter, Schmidt y Riess publicaron el sensacional hallazgo de que el universo estaba en expansión, y no solo eso, estaba extendiéndose por el cosmos de manera acelerada. En 2011 ganan el premio Nobel de Física y a través del estudio de las supernovas y su brillo, pudieron medir la distancia que hay entre la tierra y las partes más alejadas del universo.

            -El telescopio Hobble está en el espacio, ¿verdad?- Preguntó Germán.

            -Sí- Contestó Andrés, mientras sacaba una cajetilla de cigarros. ¿Sabes según la teoría qué es lo que provoca esta aceleración en la expansión del universo?, una especie de energía invisible, mejor dicho; oscura. Esta materia no interacciona con el espectro electromagnético, es por eso que solamente podemos detectarla de manera indirecta y actúa de manera contraria a la gravedad.

            -Discúpame si te pregunto cosas básicas Andrés- Le interrumpió Germán. Pero yo no soy científico, me es muy difícil seguirte. Según entiendo, me estas diciendo que una energía oscura es la responsable de que el universo crezca, y que es invisible.

            -Sí- respondió Andres. Estás entendiéndome. Más de tres cuartas partes de la materia del universo están conformadas por esta materia oscura, es decir, predomina, aunque no podamos verla, aunque no sepamos qué demonios es. ¿Te das cuenta?, estamos rodeados por ella, lo abarca casi todo y es responsable de la expansión de todo.

            Un ruido extraño interrumpió la narración de Andrés. Guardaron silencio un momento, tensos. Era un sonido ininteligible, no se parecía a nada que Germám hubiera escuchado alguna vez. Poco a poco fueron calmándose y Andrés continuó.

            -Hace dos años- Dijo Andrés. Entró en funcionamiento el telescopio más avanzado que la humanidad haya construido, el Webb telescope, un gigante mecanismo infrarojo que desde el espacio es capaz de ver más allá del campo ultraprofundo, es decir; nos muestra cómo era el universo hace 100 millones de años desde el bing bang, y no solo eso, también nos mostró lo que sucedía en la Era Oscura. Iniciamos la observación múltiple de varias supernovas. El Webb, el Hubble, el Gran Canarias, y cientos de observatorios más nos conectamos en tiempo real para medir las pulsasiones de HST04Sas, de HST04Yow, de HST042wi, de HST05Lan y de HST05Str. Descubrimos que en un ritmo acelerado de tiempo estaban siendo engullidas por esta fuerza misteriosa del universo, estaban siendo cubiertas por una oscuridad que las desconectaba totalmente de las leyes naturales, que las desvanecia en una especie de nada cósmica. Siete meses después nos fue imposible volver a verlas, ningún telescopio de la tierra pudo rastrearlas, habían desaparecido.

            Germán comenzó a asustarse. ¿Qué era está enloquecida historia que le relataba Andrés?, ¿una fuerza oscura triturando galaxias?, ¿cómo era posbible algo así? Pensó inmediatamente en sus niñas, en Amanda, y sintió un frío vacío en el corazón, era pánico, era terror.

            -¡Qué equivocados estábamos Germán!- Continuó Andrés. La ciencia, esta orgullosa y arrogante idea que tenemos de controlar todo, de conocer todo, de descubrirlo todo. ¡Maldita sea!, ¿cómo podíamos haber sabido?, que hay cosas que deben permanecer ocultas, que nos enloquecerían de tan solo asomarnos, de tan solo tener un atisbo de lo que yace detrás.

Las manos de Andrés temblaban mientras intentaba sin éxito encender su cigarrillo. Afuera, una noche sin estrellas lo cubría todo, la única luz era aquella de la lámpara que estaba en la mesa.

            -Todo se salió de control hace un mes- Dijo Andrés. El proyecto Érebus captó señales de radio FRB que provenían del cuasár J1342+0928, que está a13 mil millones de años luz de la tierra, es decir, es el más lejano que conocemos. Este cuasár proviene de una de las etapas más antiguas del universo, de una edad que se le conoce como la edad “oscura”. Este cuasár es 800 millones de veces más masivo que nuestro sol, y está siendo devorado, está siendo engullido por lo que creemos es un agujero negro supermasivo como no se tiene registro en el universo conocido.

            -Andrés- Dijo Germán. He visto muchas películas de ciencia ficción, no necesito ser científico para saber que algo vino de ese cuasár, o que ¿algo está viajando ahora mismo a la tierra?, ¿cuánto tiempo nos queda?, debo volver a mi familia. Y se levantó aterrorizado por cuestiones que sobrepasaban por mucho su realidad, su pequeña realidad de ente biológico habitante de un grano de arena en un mar infinito.

            -Espera- Lo tomó del brazo Andrés. Las señales FRB han estado transmitiendo datos que simplemente no tenemos la capacidad de decifrar. Pero has acertado, también han traído otras cosas. Germán, la materia oscura está en todos lados, está expandipéndose por todo el universo a ritmos acelerados, pronto lo cubrira todo y sumirá el cosmos en una noche fría y eterna, ¿te das cuenta?, volverá a una etapa como sucedió a principios del tiempo, a una etapa “oscura”. El bing bang fue una explosión de magnitudes que no podemos imaginar, a partir de ahí se contruyó la etapa de la radiación, en donde fotones y neutrinos dominaron el universo por millones de años… hasta que llegó la oscuridad. Una mancha que nadie sabe de donde salió lo cubrió todo y sumió al universo en una noche que duró cientos de millones de años, después, poco a poco, la luz regresó y a través de las incontables estrellas, contenidas en cúmulos, nebulosas y galaxias se iluminó el firmamamento. Pero la oscuridad ha regresado.

            -Dios- Sollozó Germán. Tenemos que irnos Andrés.

            -Al contrario- Contestó Andrés y su mirada era extraña. Al contrario, Germán. Tenemos que aceptar la realidad del cosmos, no hay nada que hacer en contra de ésta. Pronto, seremos parte de la oscuridad, esta energía extraña, esta tiniebla cósmica lo cubrirá todo, para siempre. No hay tiempo, todo terminará esta misma noche, ¿no te fijaste que no hay estrellas en el firmamento?, las ha devorado ya. Mañana, no saldrá el sol.

            -¡No!- Gritó Germán mientras sacaba su teléfono celular. Se dio cuenta que no funcionaba, no había red.

            -Tranquilo- Le dijo Andrés. No vale de nada resistirse. Si te fijas, la oscuridad proviene también de dentro nuestro, ¿no lo sientes?, nos inunda poco a poco, todo volverá al origen. Y sus ojos eran ahora completamente oscuros.

            Germán no pudo más y salió corriendo. Tropezaba y volvía a levantarse mientras corría hacia la instalación científica, pensando en que tal vez la única posibilidad de despedirse de su familia sería a través del teléfono satelital que ahí operaba. Miró al cielo y se aterrorizó de no ver nada, penumbra total. Un ominoso sonido -el mismo que había escuchado minutos antes- comenzaba a llenarlo todo, le lastimaba.

Cuando al fin llegó a la estación, dudó en entrar, pero la desesperación lo obligó y comenzó a dar pasos hacia el laboratorio. El sonido era ahora insoportable, una pesadez y una penumbra empezaba a cubrirlo todo. Cuando llegó a su objetivo, en donde se encontraba el telescopio, miró lo que sería su última visión de esta realidad. Una gigantesca figura geompetrica que asemejaba a una especie de panal de abejas, con un exágono negro, de un color negro que no podía existir, y lo dominaba todo. Era el umbral por donde estaba volcándose la oscuridad. Germán se hundió en la penumbra, mientras peleaba hasta su último aliento, contra la nada.

 

®Ernesto Moreno

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