Ojos desnudos y radiantes
como el aliento de la luna en un carnaval.
Perfil prolijo y delicado
como el tacto de un verso en reposo.
Sonrisa envolvente y armoniosa
como el silbido de una canción en un puerto.
¿Pasó de largo ella
o pasé de largo yo?
Lo que quedó fue
el milagro del instante infinito,
la escalera de un futuro imposible,
la lumbre de este recuerdo perpetuo.
®Jorge Cappa (Madrid, España)
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