No le dirigí la palabra hasta que estuvimos cerca de casa .
Tenía miedo de cagarla...de decirle alguna cosa que pudiera hacerla enfadar .
No quería ni mirarla .
Aunque a veces sentía como ella clavaba su punzante mirada en mi .
Los pasos se hacían tan breves ...
Estábamos tan cerca y tan lejos a la vez,
hacia un frío de mierda que calaba hondo en los huesos .
Prendí un cigarrillo.
Oh diablos...
ella lucia tan bien , tan hermosa.
Desearía haberla podido leer como a un libro .
Parecía que hacerme sentir mal sin razón era algo bueno , convertir a un hombre en un esclavo...hasta llevarlo a la tumba y
Encender en él , la llama del amor para luego ir apagandola poco a poco era lo correcto .
Oh ...pero diablos ;
Era de noche y ella lucia tan bien, tan hermosa que nada más me importaba.
Estaba loco por ella y no había nada que pudiera hacer.
Eso me hacía feliz y a la vez sentirme tan triste , tan putamente jodido y eso apestaba.
La dejé en la puerta de su casa.
Era hora de irme , de largarme ; guardando para mi , algo de dignidad.
(Solo un poco...quizás).
Derramé una lágrima y aun podía sonreír al ver su rostro diciéndome adiós.
Prendí un cigarrillo y también le dije adiós.
Esa noche me alejé de allí para nunca más volver , guardando para mi ; algo de dignidad.
®Nelson Eric Diez
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