41
¿Cuáles voces escucho en el fondo de esta hora?
Ellas se han agrupado espontáneamente y formado un huracán
en cuyo centro no sé si todavía yazgo.
He desistido de la sabiduría,
o de lo que yo pensaba que ella era.
Realmente debo estar envejeciendo:
cada vez soy menos insólito
He transcurrido ignorando números y fechas
y me consta mi propia parsimonia
He de reconstruir mis antiguos vislumbres,
reedificar mis premoniciones
y fabricar artilugios insólitos.
Otra vez.
Vendrá otro tiempo, y será extenso
a partir de entonces seré, otra vez,
una nueva versión de mí mismo
***
42
Esta noche yo estoy solo,
esta noche pienso y recuerdo,
estoy ocupando un lugar
y a lo mejor me voy pronto.
Esta noche avanza profundamente
como un cuchillo clavado entre los huesos,
sólo que ya no me interesa
ni me vincula con mayor cosa
porque el calor en la sangre hubiera sido igual en cualquier sitio
Esta noche yo paso vaciado y calmo.
Acaso haya comenzado a ser
vecino de mí mismo.
44
He regresado:
he vuelto desde mí mismo
y ahora permanezco aquí,
guardando cosas invisibles
y dibujando nubes,
sin mi veredicto todo sigue
y mucho que sigue:
guerras ha habido a mi lado y catástrofes,
ambiciones e intereses
Yo miro y no me aterro,
como se supone debería hacerlo todo hombre de bien,
abro los ojos y me maravillo de mi levedad,
que me impide descifrar
tanta cosa áspera.
Pulquérrimo e indisoluble,
he quedado inmune a interrogatorios
y a cargos de conciencia;
pasa, en fin, pasa el mundo ante mí,
pasan sus reinos
y yo, nulo adrede,
silente a sabiendas,
veo y callo,
aguardo y levanto como salvaguardia
una veleta o una antorcha.
Solo eso alcanzo a comprender
®Alberto Quero
No hay comentarios.:
Publicar un comentario