Dos cuerpos,
Atados a la monotonía,
Condenan al olvido,
Fantasías ardientes.
De cuerpos jóvenes.
Andan, como hojas de otoño.
Sin dejarse ir.
Revolotean al ritmo de viento.
En la dramaturgia cotidiana
Cada escena, un recuerdo
El placer, un disfraz.
Donde el dolor muda.
Entre las bambalinas de ficción.
Heridas abiertas,
Cada insulto, una arruga,
Cada golpe, una escama.
Ligados, pero miserables;
Parasitandose.
® María Susana López (Argentina, Buenos Aires)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario