La fría estancia
La fría cama
Toca mi cuerpo la ausencia
Con las manos gélidas
Someten a mi corazón
Al amanecer sin sueño
Que como flor trata de florecer
A un sol lúgubre
Abraza la brisa escarchada
Para hacerme llorar de frío
Besa el mudo silencio mis labios
Besa la soledad mi corazón lastimado
Amanece
Las horas transcurren cuando me pierdo
Perdida en la fantasía delirante del día
Como una inyección narcótica
Adormezco los recuerdos
Para no sufrir por ellos
Me dejo absorber por el tiempo
Fluyendo mis letras vitales
Hasta la última gota de vida
Para que se tiña el amanecer
De mi muerte anunciada
Esa flor cautiva en su mundo
Se marchita después de ser roció
Amanece
Y no lleno mi pecho con amor
Lleno mi ser de hastió
Pero amanece para ser vida
Hasta que el último crepúsculo
Anuncie mi muerte
Esa muerte esperada por años
Años consumidos en tinta y papel.
® Andreyna Herrera (Potosí, Bolivia)
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