En ojos de la luz enfriada,
es un ciclope, uno intangible.
En su camarote en cresta agreste
es un mismo monarca de constelación untada.
Tendría mohín, maniatada la vergüenza,
don o doña Soberbia.
Vive de un séquito con tumulto,
Y purpurease con un aplauso ceniciento.
Tendría un descanso su brasa,
un abjurar de su palacio de teta
una pupila cándida, de cieno,
precaria , ensopada y translucida.
Habrá, ya sumergido la cúpula, un decoro,
uno de gran vivir, para tanto recordar.
Habrá, siendo pechugón, procesión sin coro.
Siendo de ayuda debe revivir, y avivar
con dos ojos, el candelabro.
Y hacer derretir el altar
antes del arrebol por el resquicio.
® Braodavil (Huancavelica, Perú)
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